Hablamos con Pablo Tocino creador de la ficción que ha conquistado a través del género “dramarracha”
La serie, pese a su naturaleza underground consiguió seducir a distintas audiencias, jóvenes que exploran el deseo a través del género “dramarracha”.

Sin presupuesto y sin tabúes. Desde su estreno el pasado verano, la serie Una Perra Andaluza ha ido ganando adeptos gracias al boca-oreja.
Confirmaron su estatus como “serie revelación”, con sus tres nominaciones en los 37º Premios Asecan (mejor serie, mejor dirección y mejor guion), compitiendo de tú a tú con superproducciones para plataformas, hechas por gigantes de la ficción televisiva.
Todo esto impacta más aun sabiendo de dónde sale Una Perra Andaluza: nacida como una ‘ida de olla’ entre estudiantes recién graduados, la serie resistió un rodaje de años, interrumpido por la pandemia y por sus propias condiciones de cero presupuesto. Aun así, fue ganándose a actrices como Cristina Medina (‘La que se avecina’), Maripaz Sayago (‘La Mesías’) o La Dani (‘Te estoy amando locamente’), y personalidades como Falete, Carlos Peguer o Rocío Saiz, que hacen cameos en ella, y finalmente llamó la atención de Filmin, que decidió apostar por ella y estrenar su primera temporada, y ahora su segunda.

También apostaron por la serie festivales como el 21º Festival de Cine Europeo y el 29º Lesgaicinemad, proyectando ambos un adelanto de esta 2ª temporada, o el Festival FOC Cultura Con Orgullo. El director del FOC, Javier Paisano, califica la serie como “una maravilla, lo mejor que he visto en años, sentí lo mismo viéndola que con los primeros pasos de Almodóvar y François Ozon”.
Una Perra Andaluza podría catalogarse como serie LGBTQ+, pero radicalmente distinta a lo visto hasta ahora, empezando por su propio tono: no quiere ser drama, comedia ni dramedia, sino “dramarracha”. Porque “dramarracha” es también la actitud con la que tiran para adelante sus protagonistas en su particular triángulo de deseo, soledad y amistad.

Eso era importante para su creador, Pablo Tocino, que siente que los personajes del colectivo suelen representarse “bien con el destino trágico que hasta hace no mucho era lo común en ficción, o bien santificados. Nosotros queremos que puedas identificarte a ti o a tus amigos en sus personajes y situaciones… incluso cuando preferirías no hacerlo”.
“Hacerse mayor es una guarrada”: un salto de madurez conservando la frescura
La segunda temporada se rodó inmediatamente después de la primera, conservando la frescura y la irreverencia de una primera temporada que dejó
boquiabierto a más de uno. Esta temporada cuenta, además, con BSO gracias a un colaborador de lujo: el cantante Ghouljaboy.
En cuanto a incorporaciones en el reparto, se unen caras jóvenes a las que hemos visto también en otros proyectos, como Manolo Flórez, Gonzalo Ramírez, Néstor Goenaga, Bárbara Arrante, Jesús Grande, Pedro Callealta, Paco Márquez o la cantante Andra Venus. También tenemos nuevos cameos, como Maripaz Sayago, Rocío Saiz, Alberto Velasco, Carlos Peguer, Berry, David Andújar o Karmento, entre otros. Y, tras aparecer como cameo en la primera temporada, el tiktoker gitano Manuel Jiménez se convierte en personaje recurrente. Todos ellos se suman a rostros que eran desconocidos hasta la salida de ‘Una Perra Andaluza’ como Sara Perogil, Enmanuel García, Jota Palacios, Esther de los Reyes, Isabela Hernández, Yir Campos, Maialen Ruiz o Fabiola Martínez.
Sinopsis 2ª temporada
Sin presupuesto y sin tabúes. Nuestras perras andaluzas fueron conquistando público con el boca-oreja y, si te gustó la 1ª temporada, el viaje solo acaba de empezar. Vuelven unos personajes que pueden ser fans de Lorde y de María del Monte a la vez, y en estos episodios aprenderán muchas cosas, pero sobre todo una: hacerse mayor es una guarrada. Al inicio de la temporada, Samu visita a su familia en Huelva, Tamara y Judit se conocen, Marcos tiene su primera vez, y tanto Sofía como Sylvia intentan reubicarse con sus nuevas situaciones.

Biofilmografía del director
Pablo Tocino (Huelva, 1995). Director y guionista. Licenciado en Medicina por la Universidad de Sevilla, cambió después las batas blancas por las claquetas, siguiendo lo que le había apasionado desde muy corta edad: contar historias en el mundo audiovisual. Desde entonces, ha colaborado como guionista y ayudante de dirección en distintos proyectos, ha dirigido sus propios cortometrajes (‘Tengo un trato’, ‘EntreTíasSí’, ‘Y Qué’), y escribe sobre cine y música en medios culturales para los que ha entrevistado a Rosalía o Billie Eilish. El pasado verano estrenó en Filmin la primera temporada de la serie ‘Una Perra Andaluza’, proyecto con el que llevaba varios años y donde hace un retrato generacional “dramarracha” a través de sus personajes, y de la relación que éstos tienen con su deseo. Él y su equipo lograron sacar adelante un proyecto mastodóntico para el (cero) presupuesto disponible. Ahora está a punto de estrenar la 2ª temporada de ‘Una Perra Andaluza’, y también se encuentra en postproducción su último cortometraje, ‘Nueva Carne’.
¿Qué es “dramarracha”?
“Dramarracha” es tener tan reprimida tu sexualidad que en el instituto te aguantes las ganas de ir al baño para no coincidir en él con otros niños… y acabes meándote encima en clase de Mates. Es que te digan “no quiero que mi ex te vea y piense que he bajado el listón”, y tú no le mandes a tomar viento… sino que le consueles por no haberlo superado. Son solo un par de ejemplos de cómo entre las vivencias de estos personajes hay situaciones desde luego desagradables, pero a la vez tan cutres que quizás por eso se ríen al recordarlas. O quizás porque así no se exponen tanto: si se ríen ellos mismos, que otros se rían ya parece que tiene menos poder.
