3’5 Butacas de 5

Es siempre una grata sorpresa encontrarte con películas de acción honestas que saben perfectamente en que códigos cinematográficos juegan. Y es justo el caso de Sicarios en el avión, un thriller de acción protagonizado por un carismático Josh Hartnett (ojo a la vis cómica de este actor) que se mueve en los códigos de la serie B de los 80 y 90 y que no busca nada más que eso: entretenerte con situaciones absurdas que derivan en escenas de acción divertidísimas y muy macarras.
El conflicto principal ya te agarra desde el principio, y es que Lucas, un mercenario retirado en Tailandia, recibe el encargo de proteger a una persona que va en un avión rumbo a Estados Unidos. Un avión que resulta estar lleno de sicarios que (¡qué casualidad!), todos quieren matar a esa persona.

Ya está. Con eso ya tienes la situación ideal para tener una buena peli de serie B de hostias. Si encima tenemos a los productores de John Wick detrás, pues imagínate. Es cierto que las peleas no llegan al nivel técnico de la saga de Keanu Reeves, pero son espectaculares y con un toque “gore” divertidísimo, que me recordó al Sam Raimi o al Peter Jackson más primigenio. Ojo a la escena psicotrópica del último tercio de la película. Para mí de los mejores y más divertidos momentos de acción de los últimos años. Solo eché en falta que no explotará más ese recurso porque me pareció maravilloso.
Lo curioso es que, aunque la peli nunca se tome en serio a sí misma (lo cual se agradece mucho) los personajes están bien escritos y bien desarrollados, con sus tramas internas bien construidas (dentro de lo inverosímil de todo) y, sobre todo, que tienen carisma y personalidad, algo que considero imprescindible dentro de este tipo de películas.

Y aunque el guion está lleno de situaciones rocambolescas y absurdas, los giros argumentales y sus sorpresas funcionan bastante bien y hacen que estés metido en la historia todo el rato. Así que si entras en su juego de no tomarse en serio pasarás un rato divertidísimo.
A nivel técnico tiene la dificultad de que casi toda la película está rodada en un avión y en ese aspecto hay que decir que sabe usar perfectamente el espacio para no repetir los mismos recursos constantemente. Y ojo a las coreografías de los golpes porque se nota que están muy trabajadas. En ese aspecto Josh Hartnett acaba de comprar boletos para convertirse en el nuevo héroe de acción. Ya veremos si lo logra. En fin, una película muy honesta que revitaliza el género de acción de serie B aportando alguna que otra idea original, así que le voy a dar 3.5 estrellas. No te cambiará la vida, pero si entras en su juego te lo pasarás muy bien.

