'Todo Saldrá Bien': emotivo retrato del duelo

'Todo Saldrá Bien': emotivo retrato del duelo

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Este viernes 13 de junio se estrena en cines de España Todo saldrá bien (2024), la nueva película del cineasta hongkonés Ray Yeung (Suk Suk) que acaricia las emociones humanas más profundas en un hermoso retrato sobre el proceso de duelo.

Angie (Patra Au) se queda sola tras la repentina muerte de su amor de más de treinta años Pat (Maggie Li). Mientras intenta sobrellevar el complicado duelo, se encuentra con que la familia de Pat, con la que siempre mantuvo una buena relación, quiere echarla de la casa en que vivieron tantos años por ser propiedad de la difunta.

Cuando alguien querido fallece cada una de las personas que lo rodeaban sufre un silencioso e íntimo duelo intransferible. En Todo saldrá bien, Ray Yeung sabe materializar a la perfección la aflicción de la compañera de viaje de Pat cuando, tras después de unos minutos de cálida presentación de personajes, la anciana perece inesperadamente. Todo da un vuelco en el momento en que, además del inherente dolor de la pérdida, Angie se ve obligada a lidiar con las nocivas intenciones de su familia política, que quiere arrebatarle la casa en que compartieron más de treinta años de vida. Este giro de acontecimientos lleva el enclaustramiento de la viuda a un estadio mayor que, aunque en ocasiones se utiliza de forma algo efectista, sirve para empatizar en mayor medida con el personaje y adentrarse en su sentimiento de lleno.

El tono general de la película es sobrio y desenfadado, un minimalismo formal que afila aún más el verismo del dramático relato. No es habitual ver representada en el cine una relación homosexual en la tercera edad y, pese a no ser la cuestión central del argumento, rema a favor de la normalización de este tipo de familias no tradicionales. Además, de manera muy sutil, el carácter sáfico de la relación de Pat y Angie hace de la anciana una persona más insondable aún y aislada, por haber llevado una vida que no todos han sido capaces de aceptar. Es el caso de los padres de ella, que aún tratan a la recién fallecida como una “amiga cercana”.

Todo saldrá bien es cruda y triste por su cercanía con la realidad, pero posee una escena final a modo de epílogo que actúa como rayo de luz en la oscuridad humana que inunda la película. Al fin y al cabo, todo lo que queremos vivirá para siempre en nuestro recuerdo.