4 Butacas de 5
Este film francés nos entrega una auténtica joya que, sin duda, no es para todos. En ella seguimos a Liane, una joven de 19 de años que tiene que ganarse la vida día a día para sobrevivir mientras mantiene a su hermanita pequeña. Con una madre ausente y un futuro incierto, Liane solo tiene una cosa clara: será una estrella, cueste lo que cueste.
Una llamada repentina le presenta a esta joven una oportunidad única, aquella que le dará la fama que tanto anhela, cuando una productora de un reality show le dice que es la candidata casi perfecta para participar, salvo por un pequeño gran detalle: no es lo suficientemente conocida en redes sociales. Así pues, vemos de primera mano lo cara que sale la factura de la “fama” en Internet para una chica de muy escasos recursos.
Pies sangrantes por los tacones altos día sí y día también, la incapacidad de amar a alguien por falta de amor propio, y la monstruosa inseguridad que genera la búsqueda insaciable por la belleza perfecta; escena tras escena, la directora Agathe Riedinger nos transmite la terrible realidad detrás de lo excéntrico y egocéntrico del ser humano que nos asedia diariamente en redes sociales, así como el impacto que tiene física y psicológicamente en aquellos lo suficiente valientes, o ingenuos, como para atreverse a buscar llegar a lo alto de esa escalera.
Diamante en Bruto muestra el triste declive emocional de una chica víctima de su entorno, como aquellos un poco mejor posicionados se aprovechan de ella y las líneas que está dispuesta a cruzar, y las que no, en busca de una mejor vida, el cariño de miles de extraños y aceptación en la “glamurosa” industria de la televisión y redes sociales.
