4 Butacas de 5

Con “Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos”, Marvel finalmente entrega una película a la altura del legado de su primera familia. Una cinta que, sin necesidad de reinventar el género, acierta al entender qué hace únicos a estos personajes, la unión, la dinámica familiar, y la sensación de estar ante algo más grande que cualquier individuo.
La historia mantiene una estructura clásica, una amenaza colosal, Galactus, quiere devorar la Tierra, y solo los Cuatro Fantásticos pueden detenerlo. No hay complicaciones innecesarias ni subtramas enredadas. La trama es sencilla, pero efectiva. Eso sí, sin renunciar al drama porque la amenaza no solo pone en peligro al mundo, sino también a la unidad de la propia familia.

Todo esto es potenciado por la banda sonora de Michael Giacchino, quien entrega una partitura que mezcla lo épico con lo nostálgico. Hay claros ecos a John Williams, que convierten algunas escenas en una experiencia audiovisual casi sinfónica. Aunque la película no fue grabada en IMAX, algunas secuencias, especialmente las cósmicas, fueron formateadas para el formato, y vale la pena verlas así por el tratamiento de sonido envolvente y la escala visual.
Pedro Pascal ofrece un Reed Richards creíble, cerebral y vulnerable, aunque no vemos mucho sus poderes elásticos, su interpretación transmite perfectamente la carga de ser “el hombre más inteligente del mundo” enfrentado a una amenaza que lo supera. Vanessa Kirby, por su parte, se adueña del anclaje emocional, madre embarazada de Franklin Richards, cuya presencia apunta a desarrollos futuros dentro del UCM.

Ebon Moss-Bachrach como Ben Grimm logra equilibrar la rudeza de La Cosa con una humanidad entrañable. Tiene momentos icónicos, incluido su famoso “It’s clobberin time”, y se le insinúa un interés amoroso futuro.
Johnny, interpretado por Joseph Quinn, es el alivio cómico, sí, pero también un joven que busca su lugar. Seductor, impulsivo, y con carisma natural, su rol es equilibrado, nunca roba cámara, pero tampoco pasa desapercibido.

El único punto débil podría estar en su clímax. La batalla final se resuelve con cierta rapidez, y la solución parece ser encontrada más por casualidad que por ingenio, se puede sentir que la amenaza cósmica se desinfla ligeramente. También se echa de menos un inicio más reposado, el montaje es muy bueno y con ideas atractivas, pero con diez minutos extra, habría podido respirar y dejar más espacio para la conexión emocional.
Aun así, recupera la esencia de los 4 Fantásticos, establece un universo con personalidad propia, y recuerda que los héroes no solo se definen por sus poderes, sino por la manera en que enfrentan las decisiones más difíciles cuando hay más en juego que sus propias vidas.

“Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos”, entiende perfectamente a sus protagonistas, es familiar, emocional, espectacular cuando debe serlo, e íntima en los momentos precisos. Una bienvenida digna para una de las piezas más importantes del tablero Marvel. La espera valió la pena. Y sí, hay 2 escenas poscréditos, la primera más importante que la segunda.

