'Dangerous Animals': Los tiburones son para el verano

'Dangerous Animals': Los tiburones son para el verano

3’5 Butacas de 5

El objetivo principal de una película es entretener. Hacer que el público disfrute durante el tiempo que esté en la sala de cine. “Dangerous Animals” (2025), lo consigue. Es una de esas películas disfrutonas que reconcilian al espectador con el séptimo arte y le hacen preguntarse “¿Por qué no voy más al cine?”

Este año se cumple el 50 aniversario del estreno que cambió el concepto de “Blockbuster” y del fenómeno de la película de verano; esa cinta no es otra que TIBURON (1975) del rey midas Steven Spielberg. Aunque ya había películas sobre tiburones, desde este estreno se generó el subgénero de “películas de tiburones”. Las hay buenas y malas. De grandes productoras, de serie B y hasta de serie Z. Desde Australia viene “Dangerous Animal” que es la apuesta de la temporada de este subgénero, aunque los tiburones no sean el verdadero depredador, ya que la maldad no reside fuera, sino en el propio ser humano. La película, con la excusa de los tiburones, muestra que el animal más peligroso siguen siendo las personas. Y esto lo logra con una premisa sencilla pero efectiva: un psicópata disfruta dando de comer a los tiburones las mujeres que secuestra. Ahora, con dos chicas secuestradas, el espectador deberá acompañarlas en su intento de mantenerse con vida.

El argumento es muy bueno, pero el ritmo de la película es espectacular. Hora y media que va al meollo. Describe a los personajes, los entendemos y sufrimos con ellos y las escenas de acción están bien ejecutadas. No sobra nada y no falta nada. Ojalá muchos “artistas” del celuloide tomen esta película como ejemplo de narración. 

Acierto con el argumento, acierto con el ritmo y acierto con el reparto. El duelo interpretativo más notable en la película se da entre Jai Courtney y Hassie Harrison. Al primero lo hemos visto en peliculones (e intentos de blockbuster) como fueron la primera de “Escuadrón Suicida” (2016), “La jungla: un buen día para morir” (2013), “Terminator Génesis” (2015) o “Jolt” (2021) pero, ignoro el motivo, nunca terminó de asentarse en Hollywood más allá de un secundario violento; por lo que, esporádicamente, vuelva a Australia como con “El maestro del agua” (2014) o con esta película. Por otro lado, está Hassie Harrison que ya tiene el “apellido” de ser una chica Yellowstone, aunque trabajara mucho más en la serie “Tacoma FD”. Presentados los contrincantes, agradecemos al director que escogiera a estos dos para sendos papeles. La lucha, en principio desigual, se torna creíble gracias a estos actorazos. Por cierto, cuando vean la película escriban si creen que en determinadas escenas Jai Courtney se comporta como el “Buffalo Bill” de “El silencio de los corderos”.

Sobre el director, Sean Byrne, poco se puede decir; ya que, a pesar de llevar mucho tiempo en la industria cinematográfica, sólo ha dirigido tres largometrajes, incluido este. Los otros dos son difíciles de localizar, pero las críticas muestran que están en la línea de “Dangerous Animals” por lo que espero que no tarde otros tres años en ponerse detrás de las cámaras.

Este verano, el público podrá volver a tenerle miedo a los tiburones, aunque esta vez, no hay peligro de irse a la playa…. a menos que haya secuestradores. El cine es una alternativa más segura, y “Dangerous Animals”, mejor.