'NADIE 2': Todo lo anterior pero más y mejor

'NADIE 2': Todo lo anterior pero más y mejor

3’5 Butacas de 5

La primera entrega de ‘Nadie’ (Ilya Naishuller, 2021) nos pilló a todos con el pie cambiado. Nadie (nunca mejor dicho) se esperaba que Bob Odenkirk, el flacucho actor que dio vida al mítico Saul Goodman de Breaking Bad y Better Call Saul, se convirtiera, de la noche a la mañana, en una auténtica máquina de repartir “galletas” a diestro y siniestro. Y no solo eso, sino que gracias a un guion muy bien escrito (y con mucho humor negro) fue capaz de crear un personaje muy carismático, con mucha personalidad y con un universo propio muy particular.

Bien, pues en esta segunda parte, lo que han hecho es coger todos esos ingredientes y amplificarlos, dándonos más de todo lo bueno que nos dio la primera parte. Y funciona de maravilla. Porque se nota que la película es consciente del universo que ha creado y utiliza muy bien sus propias normas (en eso me recuerda bastante a John Wick). Sigue teniendo esa “mala leche” de la primera, es aún más bestia y los personajes secundarios cogen más peso y protagonismo, algo que amplía el universo (y las posibilidades para futuras entregas). Eso convierte el visionado el algo muy disfrutable y divertido porque, si en la primera todo nos resultó sorprendente, en esta todo nos resulta cercano y familiar, lo que crea una complicidad con el espectador que funciona genial.

Como siempre, Bob Odenkirk, está inmejorable. Es fascinante la capacidad de transformación de este hombre y muy admirable su valentía por haber apostado por un personaje como el de Hutch, un tipo que ya, pase lo que pase, forma parte de la historia de cine de acción moderno. Y eso, para un actor que venía de dónde venía, es una “rara habis” que demuestra que este hombre no se quiere acomodar. Bravo por él. Pero ojo con Connie Nielsen que se marca un papel con mucho más peso que en la primera, desarrollando su conflicto hacia unos caminos que amplían el universo hacia nuevos horizontes. Christopher Lloyd y RZA siguen con sus papeles cómicos de la primera entrega, solo que aquí se les explota un poco más, lo cual hace que sea aún más divertida y macarra.   

Dónde quizás la película falla un poco es en los papeles de dos grandes nombres como son Collin Hanks y, sobretodo, la mítica Sharon Stone. El primero hace un papel secundario que se desinfla al final de la película de forma sorprendente y la segunda hace un divertido papel de malvada, pero apenas se la explota y es una auténtica pena porque el personaje daba para mucho más (y a Stone el personaje le iba como un guante. Se nota que se lo estaba pasando genial haciéndolo). Eso hace que en el clímax final, aun siendo muy divertido y loquísimo, termines pensando que se podía haber hecho algo más.

Pero bien, la sensación final es muy buena. Yo me lo he pasado genial. He vuelto a encontrarme con el mismo personaje de la primera, con su mismo universo, sus mismos conflictos, su mismo humor negro, sus mismos personajes, sus mismas hostias… pero todo más y mejor. Además, abre nuevos caminos para la saga que amplían el universo Nobody a lugares que pueden ser muy interesantes. Por mi parte, que sigan adelante con este universo, que yo me lo estoy pasando genial.

La producción de cualquier obra promedia es más valiosa que cualquier crítica que podamos hacer”. (Antón Ego)