'El Talento': Ester Expósito en cuerpo y alma buscando la nota perfecta

'El Talento': Ester Expósito en cuerpo y alma buscando la nota perfecta

3’5 Butacas de 5

Ester Expósito es una actriz tan joven como exitosa. Gracias a su personaje en la serie ‘Élite‘, ‘El Llanto’ y ‘Venus’ entre otras, se ha consolidado entre las jóvenes prometedoras del momento. Ahora que comienzan a surgir proyectos en los que encabeza el cartel, tiene que demostrar no solo sus dotes actorales, sino también su capacidad para generar impacto en taquilla, ya que el cine es algo muy distinto a las plataformas y redes sociales.

En el caso de “El talento”, la película se convierte en un vehículo para la actriz de 25 años, ya que no hay ni una escena en la que no esté presente. Su personaje tiene muchas aristas y una imagen potente que encaja muy bien con lo que proyecta Expósito: belleza, dureza en las facciones, frialdad en el pensamiento y una estética de clase alta, algo similar a lo que proyecta, a otro nivel, Vanessa Kirby.

Cuando la película o el director se vuelve más juguetón, el resultado es bastante interesante. Más alejados del lado mamarracho de la cinta, el guion de Fernando León de Aranoa y Polo Menárguez tiene un mensaje de rabiosa actualidad: un debate con el que tanto el personaje como la mujer en general se sienten identificadas en su vida cotidiana. La feminidad como objeto de deseo, el cuerpo como culto que se mancilla y se posee a cualquier costo. Cómo una chica es consciente de lo que significa ser deseada por los hombres y sentirse violentada es el pan de cada día…

Elsa es una prometedora violonchelista que tiene próximamente la prueba que marcará su futuro: un examen para entrar al mejor conservatorio del mundo. En ese contexto, se une a la fiesta de cumpleaños de Idoia, su mejor amiga, en una especie de bacanal pija llena de niñatos salidos de “Élite” y de viejos verdes. Una mezcla interesante entre lo banal de las clases altas y lo estrambótico de una festividad así, celebrada en un hotel de lujo.

Entonces, lo que parecía un drama teen se retuerce cuando Elsa recibe una llamada de su madre, quien le pide hacer un sacrificio por su familia para que esta salga a flote debido a unos trapicheos que han salido a la luz sobre su padre, y que podrían solucionarse con la ayuda del padre de Idoia. Si Elsa siquiera quiere comprarse el billete de avión, tendrá que reunirse con su padrino (quien paga la fiesta) para que, bajo unas condiciones muy extremas, le ayude con el montante económico que salvaría a la familia de Elsa. Todo este drama tan intenso se mezcla con una fiesta de cumpleaños alocada, donde adolescentes millonarios lo dan todo bajo la silenciosa mirada del servicio.

Expósito funciona bien en su rol, trabajando muy bien su registro facial, aunque no tanto en los diálogos que los guionistas han puesto en su boca. Pedro Casablanc sale victorioso de la película, interpretando un personaje que es casi recurrente en su filmografía, y estando bastante cómodo en el rol del “malo” de la película. Mirela Balic es pura sensualidad ante la cámara, y el resto del reparto no desentona con la propuesta de Polo Menárguez.

Si bien es cierto que “El talento” tiene dos mundos que colisionan, es más cuando reflexiona y hace pensar al espectador cuando consigue llegar más lejos. Solo una conversación en una habitación puede llenar la película de emoción, por encima de los exagerados festejos y las extravagancias de los invitados al cumpleaños. Es una historia interesante que invita a reflexionar, de manera irónica, sobre hasta dónde estamos dispuestos a llegar por nuestros sueños y lo que diferencia el trabajo del talento.