Crónicas desde el Zinemaldia: ¡Comienza la competición!

Crónicas desde el Zinemaldia: ¡Comienza la competición!

Un año más, el Festival Internacional de Cine de San Sebastián se reúne una vez más (¡por una septuagésima tercera edición!) con la intención de llenar la ciudad vasca de cine, estrellas y grandes momentos. Entre los nombres que han recorrido las calles donostiarras en estos días nos encontramos directores como Richard Linklater, Joachim Trier o Harris Dickinson, además de actores y estrellas como la mismísima Angelina Jolie, que acude como protagonista de la nueva película de Alice Winocour.

Durante los tres primeros días de proyecciones, el Kursaal y el resto de espacios del SSIFF se han llenado de historias y películas de todo tipo. Comenzamos, un año más, con las crónicas del Festival de Cine de San Sebastián.

27 noches, de Daniel Hendler

Comenzamos la primera jornada con la película inaugural de la edición: 27 noches, una película dirigida por Daniel Hendler (que hace doblete con dos películas en programación) que narra la supuesta historia real de Martha Hoffman, una excentrica mujer internada en un centro psiquiátrico en contra de su voluntad. La cinta de Hendler resulta simpática como inicio de festival, aunque se queda lejos de otras películas inaugurales como El chico y la garza. Su fusión de géneros por momentos resulta algo irregular, pero eso no quita que resulte siendo una película divertida, con un dúo con bastante química entre sus dos protagonistas: Marilu Marini y Daniel Hendler, que también cumple aquí con su faceta de actor.

Nouvelle Vague, de Richard Linklater

Linklater se pasa por la Concha con su nueva película, Nouvelle Vague: todo un canto de pasión a esa famosa generación de cineastas que cambió para siempre el cine francés. Para realizarla, el director estadounidense se aleja de su forma de dirigir habitual, centrando toda su atención en estos personajes y sus manías a la hora de encarar el filme. Imperfecta pero vibrante, Nouvelle Vague es un viaje inmersivo al rodaje de Al final de la escapada de Jean-Luc Godard. Película divertida, hecha para todos los públicos, yendo de menos a más en su metraje. El trío protagonista resulta de lo más sólido a la par que encantador.

Sentimental Value, de Joachim Trier

Llegamos a otra de las cintas más esperadas de la sección Perlak de este Zinemaldia. Tras encandilar a la crítica y el público con una de sus obras clave, La peor persona del mundo, Joachim Trier logra volver a emocionarnos con su nueva película, Sentimental Value: una historia de lo más emotiva dentro de esa frialdad nórdica sobre la relación de un padre con sus dos hijas. Trier realiza aquí una particular reflexión sobre la paternidad que resulta de lo más redonda. Un drama familiar de lo más maduro con tintes de Bergman encabezado por un reparto fantástico. Renate Reinsve y Stellan Skarsgard son un dúo de lo más potente, pero para mí, la que luce que luz propia, es Inga Ibsdotter Lilleaas. Una de las favoritas del festival.

Climbing for Life, de Junji Sakamoto

Dentro de la sección oficial pero fuera de concurso encontramos una de las películas más curiosas de la sección: Climbing for Life, dirigida por Junji Sakamoto. La cinta narra la vida de la familia de Junko, una famosa montañera que logró popularidad al convertirse en la primera mujer en llegar a la cima del Everest. El planteamiento es interesante, sobre todo por la forma en la que la misma cinta gira alrededor de este personaje y su pasión por las montañas, pero por momentos termina resultando agotadora. Hay personajes muy vivos, unos más que otros, pero el paso del metraje va debilitando la trama hasta llegar a un final que, a pesar de ser particularmente emotivo, no es suficiente.

Los Tigres, de Alberto Rodríguez

El cine español vuelve a tener muchísima representación en el Festival de San Sebastián. Uno de los platos fuertes del mismo es la nueva obra de Alberto Rodríguez, Los Tigres, quien ya estuvo en la Concha con algunas de sus anteriores obras. Una vez más, el director andaluz demuestra su pulso y su excepcional forma de dirigir, esta vez aumentando la dificultad con esas escenas submarinas que recorren la película. Por momentos resulta imperfecta sobre todo en su guion, que va a trompicones hasta un final apresurado, pero eso no quita que sea una virtuosidad técnica comparable a muy pocas cintas. El trabajo de ambos actores es notable, pero particularmente me quedo con el de Barbara Lennie.

El mago del Kremlin, de Olivier Assayas

El último pase del viernes siempre suele estar reservado para una de las grandes películas del festival, normalmente debido a la reputación conseguida en pasados festivales. Sin embargo, ese no es el caso de la película que este año ocupa ese puesto. El mago del Kremlin, la nueva película de Olivier Assayas sobre uno de los supuestos grandes confidentes de Vladimir Putin, es una de las primeras decepciones del festival. Assayas quiere realizar una radiografía de la Rusia pre Putin y posterior, y muchas veces termina resultando redundante en su dirección y guion, convirtiéndola en una película muy poco entretenida y casi, por momentos, en un libro de historia sin valor cinematográfico.

Two Pianos, de Arnaud Desplechin

La segunda jornada comenzó con uno de los platos fuertes dentro de la parte internacional de la sección oficial. Arnaud Desplechin entra en competición con Two Pianos, su nueva película protagonizada por François Civil y Charlotte Rampling, entre otros. La cinta sustenta su trama en diferentes puntos muy positivos, como por ejemplo ese juego de historias cruzadas que va construyendo la película (o cualquier escena en la que salga Rampling, también). Sin embargo, muchas veces la película termina perdiéndose debido a sus personajes difuminados y un guion que, en ocasiones, no está a la altura de las reflexiones que la misma película plantea.

The Fence, de Claire Denis

No es la primera vez que Claire Denis está en San Sebastián. La directora francesa ya estuvo en la Concha con su anterior película, Fuego, que fue una de las proyecciones especiales por el premio Donostia a Juliette Binoche. Poco se parece aquella película a esta, titulada The Fence: una historia de cuatro personajes cargada de tensión y reproches. Denis demuestra en ciertos momentos su maestría con la cámara, logrando momentos de virtuosismo a la hora de generar una experiencia inmersiva en la historia. Adolece de exceso de diálogo y carencias en su trama, pero eso no quita que probablemente sea una de las mejores películas que ha hecho Claire Denis en los últimos años. Tal vez esto no sea un gran piropo, pero podríamos estar fácilmente ante una de las películas premiables del festival.

Un simple accidente, de Jafar Panahi

Uno de los platos fuertes del festival llega durante la segunda jornada. El éxito de Jafar Panahi en el pasado Festival de Cannes cayó como toda una sorpresa en un palmarés que parecía protagonizado por Trier. Una vez vista la película, queda claro cuál ha sido el éxito del director iraní con esta Un simple accidente. Panahi entra de lleno en la comedia sin perder de vista ni por un segundo su reivindicación y su crítica hacía los métodos de tortura de la policía iraní. Fusionar ambos conceptos puede ser complicado, pero el realizador logra con creces emocionar, sobrecoger y, sobre todo, hacer reír al público con un guion muy medido. Y menudo final, tan potente como significativo.

Maspalomas, de Aitor Arregui y Jose Mari Goenaga

Otra de las obras más esperadas del festival es la nueva película de los Moriarti: Maspalomas, la historia de un hombre anciano que, tras dejar atrás su vida corriente y salir del armario como homosexual, debe volver a casa para cerrar heridas, tanto nuevas como antiguas. Aitor Arregui y Jose Mari Goenaga se distancian de temáticas convencionales para narrar una historia original desde un punto de vista que puede llegar a abrumar a espectadores más puritanos. Sin embargo, esto no hace que no sea, probablemente, la mejor película a concurso de lo que llevamos de festival. Una cinta sensible, que sabe cómo manejar diferentes tramas sin dejarlas por el camino y atando los diferentes cabos sueltos. Caben muchas reflexiones en Maspalomas, y todas y cada una de ellas están bien hiladas. Emocionante, un guion finísimo entre el drama y la comedia y, probablemente, principal candidata a la Concha de Oro.

El agente secreto, de Kleber Mendonça Filho

Kleber Mendonça Filho y su agente secreto fue una de las grandes sorpresas de este último Festival de Cannes, llevándose el premio a mejor dirección y mejor actor para Wagner Moura. Viendo la película, queda claro cada uno de estos galardones. El agente secreto es, más allá de una película entretenidisima y un thriller político tan original como poco visto, es también un homenaje a esas grandes películas policiacas de los años 70 (y todo ello sin dejar de lado la parte reivindicativa también, que tiene mucho que criticar a las dictaduras de la época). Mendonça Filho se deja llevar a veces por el surrealismo, alejándose de la acción real de la misma película, pero eso suma incluso más a la historia. Una de las grandes perlas del festival.

La tarta del presidente, de Hasan Hadi

Tras ganar la Cámara de oro a la mejor ópera prima en el Festival de Cannes, Hasan Hadi llega a San Sebastián con una de las películas que más corazones va a tocar: La tarta del presidente. La película de Hadi continua esa reivindicación que hemos visto a lo largo de las tres primeras jornadas, esas películas cargadas con crítica social y política. Esta vez nuestra protagonista es una niña, Lamia, cuyo trabajo será conseguir todos los ingredientes para hacer la tarta para celebrar el cumpleaños de Sadam Hussein en su escuela. Es, desde luego, una de las películas más sobrecogedoras de lo que llevamos de festival. Probablemente también sea de las más manipuladoras y oscuras, incluso con ese guion que muchas veces se deja llevar por la comedia. Eso no quita que resulte de lo más emocionante, ya no solo por la historia que cuenta, sino por como lo cuenta. ¿Puede que estemos ante la próxima ganadora del Premio del Público de San Sebastián?