4’5 Butacas de 5

¿Cómo entender el amor? El lenguaje se queda corto para comprender una emoción tan común como misteriosa. La música, por su parte, roza la cumbre de un sentimiento omnipresente, pero es incapaz de expresarlo. La imagen lo captura, lo congela, pero no lo entiende. El amor es esquivo, rehúye cualquier tipo de discernimiento y eso Alauda Ruiz de Azúa lo sabe. Si en Cinco Lobitos (2021) exploraba el amor materno, en Querer (2024) el conyugal, con Los domingos, la directora se aproxima a algo mucho más grande, la fe. Esta nueva propuesta es una película de amores fervientes y desencuentros fríos. Una cinta que trata de arrojar luz sobre ese amor incondicional, imperecedero e imposible.

Ainara (Blanca Soroa), una joven idealista y brillante de 17 años, ha de decidir qué carrera universitaria estudiará. O, al menos, eso espera su familia que haga. Sin embargo, la joven manifiesta que se siente cada vez más cerca de Dios y que se plantea abrazar la vida de monja de clausura. La noticia pilla por sorpresa a toda la familia provocando un abismo y una prueba de fuego para todos.
Los domingos es una película sutil y punzante, un “discernimiento” que no arroja verdades, sino que plantea incómodas preguntas. La película se instala en la duda para explorar todas las aristas de un amor que, todavía hoy, no somos capaces de entender. A través del ferviente amor devoto de las monjas de clausura, Alauda erige un discurso alrededor de un amor que se instala y no suelta. Un amor que no entiende de contradicciones, de impedimentos. Un amor que, al parecer, lo puede todo.

Con una mirada aguda, Alauda Ruiz de Azua compone una reflexión a través de unos personajes que habitan una familia rota e individualista. El trío de personajes que componen Blanca Soroa, Patricia López Arnáiz y Miguel Garcés es maravilloso. Personajes heridos que buscan en la mirada del otro algún conato de lo que algún día fue. El relato avanza a través de una puesta en escena bien trabajada que arroja las pistas suficientes para que el espectador entienda lo que sucede allá donde las palabras no son capaces de hacerlo.

Los domingos es una película que abraza la incertidumbre, pues parece ser la única manera de convivir con una emoción que, pese a llevar con nosotros milenios, somos incapaces de explicar. Alauda Ruiz de Azua coloca una piedra más en una carrera prometedora regalándonos un proyecto que, de nuevo, vuelve a poner en el centro el amor.

