3 Butacas de 5

Si hay un director español al que le gusta moverse en las zonas oscuras del ser humano, ese es Miguel Ángel Vivas. Sus películas siempre exploran de manera certera la radicalidad, el extremo y los límites de la condición de sus personajes. La tregua no iba a ser menos y, con una caligrafía visual excelente, compone un relato despiadado sobre un grupo de españoles abandonados a su suerte en un gulag soviético.

Durante la II Guerra Mundial, la gélida estepa de Kazajistán albergó un gulag soviético donde la URSS hacinaba a los enemigos del pueblo. Entre ellos los dos bandos de españoles: soldados republicanos formados por la URSS, que fueron condenados al querer salir de Rusia cuando acabó la guerra en España, y voluntarios de la División Azul, capturados tras luchar junto a los nazis en Leningrado. Enemigos naturales que deberán dejar a un lado sus ideologías y unirse.
La tregua es un retrato crudo de las miserias del ser humano. Vejaciones, abusos de poder y una relación tensada por la ideología. La película sigue a un grupo de personajes que componen un crisol de la sociedad española. Todos los actores que conforman el relato están notables, sumando a un apartado técnico impecable. Sin embargo, el principal problema de la cinta radica en su guion. La tregua es una película que podía haberse contado en menos minutos.

La película se recrea en ciertas escenas, dando vueltas sobre los mismos conceptos de camaradería y fraternidad que termina por aborrecer al espectador. Más allá del objetivo básico de la supervivencia, la potencia dramática es débil al no tener ningún personaje que sobresalga o sobre el que recaiga el principal conflicto de la película. De esta manera, La tregua se transforma en una mala digestión. Un delicioso bocado que se atraganta cuando sobrepasa las dos horas.
Miguel Ángel Vivas se mantiene equidistante en cuando a la composición de los bandos, apelando por una humanidad que, de ser real, acabaría con todos y cada uno de los conflictos. Una película que aborda el problema de manera algo naíf y demasiado optimista. La tregua es una película histórica muy bien fotografiada sobre las miserias de una guerra interminable.

