'Urchin': Dickinson sorprende en su debut

'Urchin': Dickinson sorprende en su debut

4’5 Butacas de 5

Es bien sabido que, si eres bueno en algo, es mejor no probar otra cosa, pero Harris Dickinson se lo tomó personal y debuta con “Urchin” como director y guionista por la puerta grande. Es una película que sorprende por quién la cuenta, pero sobre todo por cómo la cuenta. Comienza como un retrato triste y realista de un homeless en Londres, interpretado perfectamente por Frank Dillane, con un estilo documental y crudo. Sin embargo, conforme avanza, empiezan a aparecer destellos de la genialidad de Dickinson que más de uno se sorprenderá.

Puede parecer otro filme más que cuenta la misma historia de superación ante la adversidad, pero durante los primeros minutos da un giro onírico y surrealista que va de menos a más. Al principio puede sacarte de la narrativa, pero conforme la historia avanza, entiendes su razón de ser y terminas aplaudiendo los riesgos que asume. Hay momentos que se vuelve “El árbol de la vida” de Terrence Malick o el final muy Lars Von Trier, o Gaspar Noé.

La historia sigue a Mike, quien, azotado por ser un sintecho, se ve envuelto, por culpa suya, en un robo que lo marcará el resto de su vida. A lo largo de situaciones desafortunadas, Mike se enfrenta a la dura realidad de tener que ser su propia salvación si quiere salir del hoyo en el que él mismo se ha ido metiendo.

La película está llena de recursos narrativos interesantes, elipsis, transiciones, fueras de campo, todos al servicio de una historia que anima a creer en las segundas oportunidades, aunque sea a base de golpes. Porque sí, cuando parece que todo se solucionará y habrá un final feliz, el universo conspira otra vez en su contra, y Mike tiene que volver a empezar, o incluso retroceder.

Otro gran acierto es la música, utiliza los contrastes para meterte en la psique del protagonista, incomodarte y hacerte sentir. Los sintetizadores aportan una capa extra a la compleja psicología del personaje, y las canciones icónicas que han marcado generaciones te harán vivir ese momento.

El verdadero éxito de “Urchin” está en el enfoque íntimo y casi autobiográfico que Dickinson imprime en su historia. No busca redimir a su protagonista, sino entenderlo. Y en ese intento, logra algo más poderoso que la redención, la empatía. Con su ópera prima, Harris Dickinson demuestra que también detrás de la cámara sabe contar historias interesantes, verdaderas y entretenidas.