'Reina madre': Comedia fantástica sobre la inmigración

'Reina madre': Comedia fantástica sobre la inmigración

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Cuando una película decide enfrentarse a la crítica social desde la comedia entra en un terreno complicado. Es mucho más fácil recurrir al drama para hablar de migración, pero Manele Labidi demuestra que el humor puede retratar realidades complejas. “Reina madre” logra darle un giro a la tuerca y entregarnos un filme cuanto menos entretenido.

La historia se centra en una familia que ha tenido que dejar su vida atrás y reconstruirla en un país que no siempre los quiere dentro, enfrentándose tanto al rechazo social y religioso como a las dificultades económicas de una vida estando lejos de tu hogar.

El foco de la historia está en sus dos protagonistas femeninas. Mouna, interpretada con ternura por Rim Monfort, intenta sobrevivir al bullying, al racismo y a la soledad de una infancia migrante. Su madre Amel, en manos de una perfecta Camélia Jordana, vive un conflicto distinto, su vida se ve en riesgo cuando puede perder la casa en el buen barrio donde se habían establecido y donde al menos vive un poco parecido a como vivía en su país al venir de una buena situación económica.

El giro viene cuando Mouna comienza a tener visiones de Carlos Martel, quien derrotó a los árabes en el 732 y quien irónicamente se convierte en su amigo imaginario. La química entre ambos, una niña migrante y un símbolo del enemigo, es magnética, absurda y efectiva. Cada escena que comparten tiene chispa, ritmo y un subtexto que sostiene el humor sin subrayarlo.

En paralelo está Amor, el padre, que rompe estereotipos, está presente, y nunca distante. Se convierte en el ancla emocional de Amel, quien debe aceptar que, incluso en sus dificultades, sigue teniendo privilegios que otros migrantes no pueden tener. Ese contraste hace que la historia no caiga en clichés del cine de migración.

La película también habla de identidad, pertenencia y esa búsqueda constante de quién eres cuando el país donde naciste no es el mismo en el que creces. Eso sí, la mayoría de los chistes puede que no funcionen para quienes estamos lejos del contexto, y en ciertos momentos cuesta distinguir si una escena es cómica o dramática.

‘Reina madre’ combina comedia, crítica social y ternura sin caer en la fórmula fácil. Es una película que mira a sus personajes con empatía y humor. El giro de traer un personaje cercano a la fantasía funciona y mención especial a la fotografía que es colorida, con vida y a favor de la historia.