'Puñales por la espalda: De entre los muertos': Uno de los mejores entretenimientos del año

'Puñales por la espalda: De entre los muertos': Uno de los mejores entretenimientos del año

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Puñales por la espalda se estrenó en 2019 con un gran éxito de crítica (merecidísimo, por cierto), en el que consiguió rejuvenecer el género del whodunit, manejando las mismas bases que lo hacen destacable, con una trama de lo más retorcida y un gran reparto. Debido al éxito cosechado, Netflix puso los ojos en ella como gran inversión y llegó a un acuerdo para sus secuelas por un precio mastodóntico de 450 millones (cuando son películas que, pese al reparto, no son muy caras de hacer). Así es como en 2022 nos llegó la primera secuela producida por Netflix, Puñales por la espalda: Glass Onion, otra excelente cinta, de nuevo casi con el mismo equipo (su director Rian Johnson y su protagonista Daniel Craig) y con resultados similares. Y ahora, en 2025, nos llega la última entrega (y no sabemos si realmente la última), Puñales por la espalda: De entre los muertos, que desde luego pone un broche notable a una trilogía magnífica.

Puñales por la espalda: De entre los muertos es la tercera entrega de la saga, donde el detective Benoit Blanc investiga un asesinato aparentemente imposible que ocurre en una pequeña parroquia de Nueva Inglaterra. Un joven sacerdote, Jud Duplenticy, llega para asistir a un carismático monseñor que es encontrado muerto en circunstancias misteriosas. La jefa de policía, Geraldine Scott, y Blanc unen fuerzas para desentrañar un caso que desafía la lógica y la fe.

La primera hora y media (de dos horas y veinte) de esta De entre los muertos podría considerarse prácticamente perfecta. Presenta a sus personajes y la situación de manera inmejorable, con un ritmo preciso, un montaje fantástico y una narrativa que desgrana a sus personajes sin aburrir, colocando a cada uno de ellos en la diana de la sospecha. Una vez presentados, el conflicto se desarrolla con un timing impecable, donde no sobra nada.

Ahora bien, sus 140 minutos pesan, y sobre todo en su último tercio la trama empieza a enrevesarse de manera exagerada, haciendo que la suspensión de incredulidad se imponga de forma un tanto forzada. Además —y esto ya es más personal— podría haber indagado más en el tema de la fe, pues no es tan incisiva como pretende ser. Aun así, el film mantiene perfectamente el ritmo y no aburre en ningún momento (siempre y cuando entres en la película).

Por lo demás, el nivel es de sobresaliente. Destacan un reparto espectacular, una fotografía excelente que aprovecha la luz para los momentos reveladores, una banda sonora estupenda de Nathan Johnson y un montaje soberbio que engrana el relato a la perfección. La puesta en escena de Rian Johnson permite que cada apartado del film se luzca y dé lo mejor de sí.

Un producto que nos habla de la fe y de los nuevos, mal llamados, predicadores que usan todas sus armas para conseguir poder a costa de todo. El film introduce trazos políticos y sociales muy inteligentes, que, aunque no protagonicen el relato, enriquecen la lectura.

Por eso, y por muchas más cosas, Puñales por la espalda: De entre los muertos resulta uno de los entretenimientos más notables del año, pues sabe distraerte sin tomar por tonto al espectador. Y pese a una duración algo excesiva, el film no te suelta en ningún momento. Como dije al principio, es un broche muy notable que cierra (o no) una trilogía magnífica que aúna calidad y entretenimiento. Pocas pueden presumir de ello.