4 Butacas de 5

La directora tunecina Kaouther Ben Hania nominada al Oscar por las películas ‘El hombre que vendió su piel’ y ‘Las cuatro hijas’ recrea en esta película la llamada de socorro a la Media Luna Roja Palestina de la niña de 6 años, Hind Rajad, bajo las bombas en Gaza con la que ganó el Gran Premio del Jurado en el pasado Festival de Venecia.

29 de enero de 2024. Omar (Mataz Malhees) es voluntario en la Media Luna Roja Palestina y recibe una llamada de una niña pidiendo auxilio explicando que está en un coche escondida tras haber sido bombardeado por el ejército israelí. Rápidamente, avisa a su superior y empiezan a movilizarse para tratar de enviar una ambulancia de rescate. Omar queda conmocionado ante los gritos y lloros de la niña mientras su compañera Rana (Saja Kilani) coge la llamada para mantener la llamada y tratar de calmar a la niña. Mientras tanto, Omar va a hablar Mahdi (Amer Hlehel) el supervisor para que acelere la asignación de un equipo de rescate. Tanto a Omar como a Rana la situación de la niña les supera conforme pasan las horas y la psicóloga del equipo Nisreen (Clara Khoury) que trata de ayudarlos a gestionar las emociones termina ayudando en la gestión de la llamada de la niña.

El protocolo establece que las ambulancias solo pueden ser conducidas en un orden determinado, por una ruta concreta y las autoridades que les permiten realizar el rescate tardan muchísimo tiempo en dar la luz verde. La llamada de la niña se corta a cada rato y se intercala con las llamadas de la madre de la niña y con su tío que está en Alemania quien se comunica también por mensajes con los voluntarios.
La historia transcurre en las oficinas de la Media Luna Roja Palestina en la que los voluntarios viven las horas pegadas a un teléfono tratando de mantener el contacto con la niña. Conforme va avanzando el metraje la atmósfera se vuelve tensa, apremiante e irrespirable. Los voluntarios discuten entre ellos por la inoperancia de la situación ya que tienen que respetar unos protocolos draconianos para poder enviar la ambulancia. Omar trata de actuar fuera de los cauces, pero es un riesgo enorme porque el ejército israelí también les puede bombardear.

La película es sobrecogedora y estremecedora al mostrar la draconiana situación en la que trabaja la Media Luna Roja Palestina. Los protocolos son claramente indignantes y dilatan en demasía la atención a los heridos de los bombardeos. Cuando llegan los servicios sanitarios o las víctimas de los ya han fallecido o se convierten en objetivo de los bombardeos del ejército israelí como se recrea en la película. Hacia el final del relato la directora establece un juego de espejos entre la realidad y la ficción a modo de homenaje a los verdaderos voluntarios de la organización sanitaria.
Quizá haya quien pueda ver un exceso de melodrama en la historia, pero es imposible que los voluntarios sean incapaces de contener el dolor y las lágrimas ante la desesperación más absoluta desesperación de una niña que pide auxilio al otro lado del teléfono durante horas y la ayuda no llega.

La recreación dramática de esa llamada sirve como testamento sonoro de Hind Rajab que de forma desesperada pidió ayuda para no morir bombardeada en Gaza por el ejército israelí y es todo un ejercicio de memoria que trata de remover conciencias sobre la situación de los palestinos y en especial sobre los miles de niños y sanitarios asesinados por el ejército israelí. La cinta está producida por Nadim Cheikhrouha, Odessa Rae, James Wilson, así como por Brad Pitt, Jonathan Glazer, Rooney Mara, Joaquín Phoenix y Alfonso Cuarón entre otros muchos.

