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El director noruego de ‘La peor persona del mundo’ Joachim Trier dirige a Stellan Skarsgård, Renate Reinsve y Elle Fanning en un drama familiar con ecos Bergmanianos.
Nora y Agnes son dos hermanas que se reencuentran con su padre, Gustav, tras el fallecimiento de su madre después de muchos años distanciadas de él.
Nora (Renate Reinsve) es una gran actriz de teatro con problemas de pánico escénico y alergia a las relaciones sentimentales serias. Su hermana Agnes (Inga Ibsdotter Lilleaas) que trabaja como documentalista ha conseguido formar una familia estable y tiene un hijo de unos siete años. Gustav, es un director de cine de renombre que le ofrece a su hija Nora, el papel protagonista en su próxima película, pero ella lo rechaza. Esto hace que Rachel Kamp, una estrella de Hollywood, (Elle Fanning) sea finalmente elegida para el papel. Las dos hermanas tienen que lidiar con la relación de su padre y con la estrella americana que se verá en medio de una compleja dinámica familiar.

A través de la casa familiar el director nos cuenta la historia de esta familia a lo largo de tres generaciones. Secretos, recuerdos y traumas, pero también buenos momentos van apareciendo por la historia para que vayamos entendiendo a los personajes y su situación actual.
Gustav es un hombre complejo que no ha sabido estar como padre. Es un gran director con una larga trayectoria y está considerado un genio. Es egocéntrico, alcohólico, obsesivo con el trabajo y tras muchos años de silencio ha decidido hacer su última película para que su hija la protagonice. Es posible que esa sea su forma de afrontar la complicada relación que tienen ambos, pedir perdón y también sacudirse algunos fantasmas del pasado que arrastra desde niño. Nora no sabe ni quiere gestionar el regreso de su padre porque le trae pésimos recuerdos de infancia en cambio Agnes lo gestiona de otra manera, aunque no olvida los malos momentos de la infancia. Ambas necesitan a su padre y él a ellas, pero no saben cómo hacerlo.

Es muy interesante también la relación que Gustav establece con Rachel Kamp. La escena de la playa en la que ambos hablan de cine y de sus vidas es preciosa. Gustav trata a Rachel con cercanía y casi como a una hija e intuye el enorme talento que tiene como actriz. Ella siente que con este papel podría dar un gran giro a su carrera y salir del bucle en el que Hollywood la tiene instalada y hacer cine de autor.
El reparto de la película está impresionando dando vida a personajes perdidos, frustrados, solitarios y contradictorios. Skarsgård da vida a un hombre acostumbrado a ser el centro de atención y a que todos hagan lo que él quiere. Lo interpreta como con cierta liviandad en su carácter y modo de hacer que no afronta realmente la relación con sus hijas de cara o no sabe y eso le lleva a hacerlo a través de lo único que hace bien que es el cine. Reinsve da vida a una mujer asustada que no sabe gestionar el regreso de su padre y que intuye que es igual que él. Vive por y para su trabajo y aunque anhela formar una familia es incapaz de encontrar relaciones serias. Elle Fanning encarna una actriz metida en la maquinaria hollywoodense a la que le gustaría tener acceso a otros papeles y controlar algo más su carrera. Es algo ingenua al pensar que podría hacer el personaje propuesto por Gustav, pero su sensación sobre el personaje irá evolucionando a lo largo de la historia conforme se adentre en la familia del director y este viaje la llevará a converse mejor así misma.

Inga Ibsdotter Lilleaas, quien da vida a Agnes la otra hija de Gustav, ha tomado un camino laboral diferente al de su padre tras haber trabajado con él de niña en una de sus películas. Quizá haya perdonado a su padre o gestionado mejor su ausencia porque era más pequeña que Nora pero también el haber podido construir su propia familia la hace sentir a salvo y que no cometerá los mismos errores que él.
Joachim Trier nos habla de la herencia familiar, de la incomunicación, del pasado y de los traumas ocultos o no contados.

