'Bloodshot': Buen intento, Vin Diesel

'Bloodshot': Buen intento, Vin Diesel

2 Butacas de 5

No se puede decir que el cine de acción esté actualmente en su mejor momento. A pesar de grandes taquillazos como Misión Imposible: Fall Out o la saga John Wick, el género se encuentra algo de capa caída. Y no será porque no se ha intentado revivirlo. Proyecto Rampage, El rascacielos, Bright o Triple Frontera son solo algunos nombres de cintas que recibieron una buena acogida por parte del público pero que no terminaron de encandilar a la crítica. El pobre Vin Diesel ha vuelto con una película que, seguramente, siga el mismo camino. Hoy hablamos de Bloodshot, la polémica adaptación de la novela gráfica publicada por Valiant Comics.

La historia que nos cuenta la película es la de Ray Garrison, un ex soldado del ejercito de Estados Unidos que, tras un brutal ataque contra su vida y la de su mujer, es resucitado por la compañía RST, una de las empresas pioneras en lo que se refiere a inteligencia artificial. La nanotecnología ha permitido a Ray volver a la vida tras ser brutalmente asesinado. Sin embargo, este milagro tecnológico ha tenido una consecuencia enorme: no recuerda su pasado, ni nada de lo sucedido antes del ataque. El soldado tratará de volver a ser el de antes, pero ni sus amigos ni sus enemigos se lo pondrán fácil.

A Bloodshot hay que aplaudirle por algo concretamente: sus estupendos efectos especiales y sus espectaculares escenas de acción. A pesar de utilizar en exceso) el montaje y las velocidades para que las batallas sean más destacables y visualmente bonitas, eso no impide que no le salga bien la jugada. La película es un blockbuster palomitero que, seguramente, dejará a la audiencia ensimismada con algunos de sus momentos de combate (remarcar uno de ellos, que tiene lugar en un ascensor). Esa es su mayor virtud: hacer gala del espectáculo técnico que puede llegar a realizar. Ojalá el resto de los factores de la película estuviesen tan bien cuidados.

Porque sí, Bloodshot es una película de acción más. Aunque sus virgerías técnicas sean muy vistosas y realcen la obra, la historia no puede ser más cliché. Los tópicos se van amontonando en una cinta que parece estar más preocupada en entregarse a la pura acción y en sorprender al público con esta que en contar una historia relevante y que pueda llegar a enganchar. A Bloodshot no le interesa la historia de “superación y venganza” de Ray Garrison, ni siquiera le interesan los demás personajes. Su única preocupación es dejar unas cuantas escenas de acción algo destacables.

Dave Wilson dirige de manera torpe, aunque a veces tiene momentos de lucidez. Dirige demasiado rápido, sin dejar respirar la película, ahogándola en una sucesión de peleas, giros de guion algo predecibles y diálogos sin ningún tipo de profundidad. No se le puede echar mucho en cara al director, ya que hace lo que puede con un material que no está a la altura. La historia es floja y está al servicio de la acción. La cinta tiene muchos elementos que, en la novela gráfica, quedan plasmados de maravilla, pero que no resultan bien al adaptarlos al lenguaje cinematográfico (y menos si estás más preocupados en las batallas que en la propia historia).

Gran parte del problema que tiene Bloodshot es su guion. Sí, cuenta con un plot twist bastante interesante que hará que el espectador se comience a replantear todo (y la aplaudo por ello, ha sido uno de los pocos momentos impredecibles y verdaderamente interesantes del film. Minipunto), pero eso no vale nada si lo comparas con el resto del texto. Diálogos absurdos, algunas situaciones que llegan a transmitir vergüenza en el público (debido a lo manidas que están), unos personajes sin profundizar y un humor más característico de un patio de instituto que de una obra cinematográfica. Aunque bueno, supongo que ese será el público que vaya a verla.

En lo que se refiere al reparto de la película, se podría decir que hace lo que puede con el material que les han proporcionado. Eiza González no está nada mal, aunque su personaje finalmente quede relegado a ser “la chica” de la película (porque, como sabemos, el cine de acción no se suele caracterizar por estar protagonizado por mujeres), sin ningún tipo de profundidad. Por otro lado, lo de Vin Diesel ya no tiene perdón de dios. El estadounidense ya ha demostrado en reiteradas ocasiones su escasa capacidad interpretativa, pero en Bloodshot lo ha dejado aún más claro. Seguramente sea el mejor en cuanto a escenas de acción se refiere, pero quizá también debería de darle más importancia a la interpretación. En esta cinta, en concreto, no hay por donde cogerlo. Sin expresión, sin crearme un personaje, sin nada. Una pena, porque estoy seguro que Ray se merecía un actor mucho más experimentado (y talentoso).

En conclusión, Bloodshot es una adaptación fallida de la famosa novela gráfica. A pesar de contar con escenas de pura adrenalina y que logran transmitir al espectador y que este se entregue a la acción, eso no esconde sus grandes fallos. Una historia típica que está rendida por completo a la pura acción, un guion sin profundidad y lleno de diálogos insustanciales y situaciones absurdas, un humor que no logra sacar una carcajada y unas interpretaciones nada perfectas hacen que esta película sea una de mis decepciones del año. Algunos puntos de la historia son muy interesantes, Gonzalez está bastante bien y los efectos especiales están de maravilla, pero no termina de convencer al espectador.