'Quien a Hierro Mata': La película más terrorífica de Paco Plaza

'Quien a Hierro Mata': La película más terrorífica de Paco Plaza

Valoración: 4´5 Butacas sobre 5

 

Quien a hierro mata merece ser considerada uno de los mayores saltos creativos en la carrera de Paco Plaza, quien se olvida temporalmente del terror para incursionar en el thriller, pero sin olvidar las raíces que le convirtieron en uno de los grandes referentes del cine español contemporáneo. La película nos introduce con un enfermero en una residencia de ancianos que arremete contra un mafioso liberado de prisión por una enfermedad degenerativa y que decide atenderse en una institución para evitar la codicia de sus hijos en casa.

Es fácil pensar que la cinta se mueve por el subgénero de los vigilantes anónimos, como El justiciero de la ciudad (1974) o Venganza (2008), cuyos personajes deben recurrir a métodos brutales como último recurso para contener la violencia que les rodea. Sin embargo, su director se inclina por una ruta más elaborada, que se aleja de la tradicional búsqueda de esperanza en medio de la violencia y cuya verdadera finalidad es capturar los dilemas éticos en una sociedad decadente para explorar los monstruos que todos llevamos dentro.

Para lograrlo, Plaza difumina las fronteras del bien y el mal con personajes complejos, donde el encargado de velar por la vida descarga toda su ira contra un anciano enfermo e incapaz de defenderse, mientras que los delincuentes son incapaces de ocultar una necesidad de amor que les ha sido negado en una familia dedicada al crimen, lo que requiere actores capaces de plasmar estas dualidades. Tal es el caso de Luis Tosar, quien brinda una de las actuaciones más brillantes de su carrera al capturar el desmoronamiento moral de un hombre ordinario carcomido por la ira, pero también por la culpa. Su destreza es tal, que incluso nos permite ver la transición de emociones extremas en una misma toma. Xan Cejudo e Ismael Martínez también realizan trabajos destacados en sus respectivos papeles, pero si hay alguien que realmente sorprende es Enric Auqcer como un joven ansioso por continuar el legado criminal de su padre y con una labor tan destacada que parece ponerlo en ruta hacia la élite histriónica española.

Los personajes también se ven beneficiados por la naturalidad del guion, con una construcción imperfecta y errática ante las tensiones que les aquejan, lo que genera la ilusión de que van improvisando sobre la marcha. Esto también permite la erradicación de viejos arquetipos, con una historia que carece de un héroe, lo que no impide la conexión emocional con el personaje central. A esto sumemos su universalidad, pues si bien las acciones se desarrollan en Galicia, su profunda exploración de la naturaleza humana garantiza la comprensión de los dilemas en cualquier otro lugar. Bajo esta premisa, no descartemos la posibilidad de un remake norteamericano en un futuro cercano.

No conforme con ello, Plaza aprovecha su experiencia en el terror para llevarnos de lo ordinario a lo extraordinario a partir de una serie de interesantes decisiones técnicas: iluminación natural y espacios abiertos que resultan en escenarios acogedores que reflejan la vida del enfermero; espacios cerrados, altos contrastes y colores predominantemente cálidos para generar hostilidad y plasmar la caída simbólica al más profundo de los infiernos. Y como ya es costumbre en la obra del realizador, un plano icónico y en este caso tan brutal, que desde ahora luce como uno de los más poderosos en toda su obra.

Quien a hierro mata es un thriller impactante, pero también la película más terrorífica en la obra de Paco Plaza al desechar amenazas sobrenaturales externas para centrarse en las cruentas emociones que nos caracterizan como especie, tan oscuras que nos llevan a olvidar nuestra capacidad de dar y cuidar la vida priorizando su erradicación a partir de la muerte y la destrucción.