'Hermanos de Armas (Da 5 Bloods': El dolor irreparable de las malditas guerras

'Hermanos de Armas (Da 5 Bloods': El dolor irreparable de las malditas guerras

3 Butacas de 5

Las guerras son sin duda la peor decisión que el ser humano ha puesto en práctica. A lo largo de la historia, hemos podido ver como los países se han enfrentado por diferentes motivos, provocando que saquemos lo peor de nosotros mismos. La Guerra de Secesión, las Mundiales, la del Golfo…y por supuesto la maldita Guerra de Vietnam. En todo conflicto bélico no solamente hay víctimas civiles o militares, hay también soldados que regresan a sus casas tocados de la cabeza y que les cuesta volver a ser ellos mismos, o por otro lado a no sacar de su corazón a quienes han compartido su tiempo hasta convertirse en hermanos.

Spike Lee llega a Netflix con Da 5 Bloods: Hermanos de Armas, un largometraje crítico con la guerra de Vietnam, pero en general con el papel que han jugado a lo largo de la historia para la raza negra. El nuevo trabajo del cineasta es una crítica al conflicto bélico, al racismo que sigue acechando en nuestros días, las armas, la locura bélica y al olvido de las reparaciones sociales de quienes combatieron.

Que es Spike Lee es un buen director no cabe duda, a lo largo de su filmografía nos ha regalado algunas joyas en las que ha dejado impreso su sello aunque también ha sido un cineasta de encargos. Su nueva película dista mucho de ser un gran largometraje, no por los mensajes que deja y que son muchos, sino por otros aspectos que a continuación detallaré.

En un lado de la balanza se encuentran detalles positivos como la crítica que hace a las guerras, a las armas, la codicia y el olvido. El odio que provocan las armas es una herida que no se cierra de la noche a la mañana y que sigue siendo una reparación vigente en todas las guerras que se han producido. El enfoque de la historia es otro aspecto positivo, mezclando el género de la buddy movie, con el drama y por supuesto la acción a ritmo de música negra.

Es un largometraje muy oportuno ante la situación racial que está atravesando Estados Unidos con las protestas, además de señalar como parte de la locura bélica a Donald Trump con su Make America Great Again.

El elenco de la película es uno de los aspectos que merece destacar, siendo Delroy Lindo el gran beneficiado con una escena que será memorable, además de algunas sorpresas de la trama. He de reconocer que Chadwick Boseman me ha sorprendido, dejando de lado su traje de Pantera Negra y mostrando un rol mucho más humano incluso en gran parte de su preparación, siendo el aspecto físico lo que más llamará la atención del espectador.

En cuanto a la realización, la historia está narrada desde dos puntos de vista. El primero de ellos es el del grupo de soldados que se reencuentra después de mucho tiempo para llevar a cabo una misión personal que le debían a un antiguo compañero. El segundo, es el de la narrativa que hace en la época de Vietnam rodada además como aquellos tiempos pedían. Hasta ahí todo genial.

Pero ¿qué le sucede a la película para no ser una bomba? Primeramente, su duración. Tras una primera parte muy potente, la historia se hace tediosa provocando que el peso de la película se diluya en sus más de dos horas y media. Quizás con un menor metraje pudiera mejorar, pero aun así se dan otras circunstancias como la del uso de personajes secundarios que no aportan nada a la trama principal, ni tampoco su relación con los protagonistas. Otro elemento negativo es el uso excesivo del diálogo en algunos compases impidiendo que el ritmo de la cinta fluya con más naturalidad.

Aun así, el nuevo trabajo de Spike Lee es una película que aterriza en Netflix en un momento acertado y que pese a sus carencias, no dejará al espectador indiferente gracias a la sensacional crítica que hace el cineasta.