'El último arquero': Retrato a la memoria del artista

'El último arquero': Retrato a la memoria del artista

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Pintar, sentir, amar. El arte es una expresión que va más allá de los sentimientos y de las emociones, sumerge a su autor en una visión tan particular que invita al que disfruta de ello a sumergirse en un viaje hacia el alma del protagonista.

Dácil Manrique de Lara dispara su flecha de amor a la memoria de los recuerdos, a las anécdotas personales de su abuelo Alberto Manrique y su abuela Yeya Miralles, y convierte a la cámara en una brocha que pinta sobre los fotogramas de El Último Arquero, un documental tan personal como especial.

Se trata de un emotivo trayecto que realiza la cineasta sobre la vida de su abuelo, el pintor Alberto Manrique de Lara, artista canario que perteneció al grupo Los Arqueros del Arte Contemporáneo, una agrupación que daba rienda suelta al arte, haciendo frente a las duras adversidades que se encontraban debido a los acontecimientos que han sacudido a España como el fascismo o la censura.

Dácil Manrique recurre a los recuerdos de su niñez, a la mirada de su abuela Yeya Miralles y las conversaciones su abuelo para mostrarnos un hermoso trabajo a través de las imágenes que ha rodado durante tantos años para compartir los últimos recuerdos de una vida que son un lienzo de la memoria.

Partiendo de la base de los orígenes del artista, el documental hila cada parte del trabajo a través de la situación familiar, social y política de la época, haciendo participe al espectador de una vida familiar en la que la pintura más que un arte era una cura.

Un viaje a través del árbol genealógico de la realizadora, con un tono cinematográfico lleno de ternura con una imagen cuidada y acompasada por la música isleña que son los latidos del corazón de las relaciones familiares y sociales del protagonista.

Surrealismo, constructivismo, simbolismo y figuración, para Alberto Manrique de Lara no hubo barreras, como tampoco las tuvo para seguir creando vida en sus cuadros porque el arte tiene un poder curativo que al pintor le permitió seguir siendo feliz.

Alberto Manrique falleció durante el rodaje de la película de su nieta, una película que modificó su estructura para ofrecernos un retrato de amor de la nieta a sus abuelos y que llega a las pantallas de la península para pintar un emotivo retrato a la memoria lleno de ternura.