'Orígenes Secretos': El poder del amor al cómic

'Orígenes Secretos': El poder del amor al cómic

4´5 Butacas de 5

Quiero pedirte un ejercicio de memoria. Uno de esos en los que tienes que cerrar los ojos y hacer un viaje a la niñez, a tu época de adolescente en la que flipabas al hablar del Spider-Man de Sam Raimi, del último cómic de los X-Men que habías leído, o de aquel disfraz de Batman improvisado que llevaste al salón manga. Tu vida actual tiene unos orígenes, unos que te han convertido en lo que eres y en lo que serás, un tipo corriente pero único. Tú tienes tus propios orígenes secretos.

Orígenes Secretos es la película de David Galán Galindo que estábamos esperando en España. Toda una carta de amor a los cómics, la epístola de aquel niño, hoy convertido en adulto, que compraba en su tienda habitual de tebeos las últimas novedades, y se pasaba horas y horas departiendo con algunos de los clientes habituales del lugar. En ella seguramente David se imaginaba teniendo una batcueva en la que trataría de atrapar a su Joker particular o se sentaba a disfrutar de las serie de Filmation como He-Man.

El largometraje llega a Netflix, con la producción de Nadie es Perfecto el próximo 28 de agosto tras la cancelación de su estreno en el Festival de Málaga debido a la pandemia, esa que estamos viviendo y que ni siquiera Galactus podría comerse por lo que parece. El film es consciente de enganchar a todo el mundo porque no estamos hablando de un largometraje al uso de superhéroes, es un encuentro entre el lector de cómics, de la novela del propio director y su película.

Orígenes Secretos es un thriller de gente que no tiene poderes pero que sí posee el poder de la súper imaginación, esa que palpamos a diario y de la que escapamos a través de las páginas de John Romita Jr. o Alan Moore. Protagonizada por Javier Rey, Verónica Echegui, Brays Efe y Antonio Resines, la acción se centra en una serie de asesinatos que se están produciendo y que están basados en los orígenes secretos de algunos de los héroes que conocemos como Ironman, Hulk o Batman.

Para resolver esta encrucijada están los detectives Cosme (Antonio Resines), a punto de jubilarse, y David (Javier Rey) recién llegado a la comisaría y que no tiene nada que ver con la cultura geek. Juntos emprenderán una búsqueda del asesino junto a la labor de Jorge Elías (Brays Efe) hijo de Cosme y un verdadero apasionado de los superhéroes.

Los tres son los vértices de una historia que se sostiene de principio a fin en todo un elenco que brilla, además hacer algo que en España teníamos derecho a ver de una vez: la no ridiculización del héroe. Porque en este país, si algo hemos hecho siempre ha sido la creación de la sorna y picardía a través de los personajes de los tebeos y Galán Galindo ha dibujado en la pantalla lo que es su novela, un homenaje al cómic, al niño que todos llevamos dentro sin necesidad de caer en la parodia y dándole al thriller unos pocos brochazos de humor geek que la propia historia pide.

Verónica Echegui, Carlos Areces, Ernesto Alterio y Leonardo Sbaraglia completan un reparto formidable. La propia Echegui está espectacular sacando su lado más pasional sobre el cosplay y siendo además el interés amoroso que toda historia de héroes y villanos exige.

David Galán Galindo además ha sabido manejar con esmero y cariño todos los huevos de pascua que deja en la película, que aunque no los desvelaré al considerarse spoilers para los fanáticos, es de agradecer y alabar el recuerdo a muchos iconos de la cultura geek, tanto del cine como de los tebeos. Desde Regreso al Futuro, Indiana Jones hasta los propios Masters del Universo.

La película es el homenaje que todo lector ha hecho en su mente a lo largo de todas las aventuras que ha devorado y sigue haciendo a través de las viñetas. Superhéroes con los que hemos crecido y que traspasan la novela negra del autor para traernos una historia en forma de largometraje que convierte sus escenas en un homenaje al friki interior que llevamos dentro para no solamente hacernos sentir mejores personas, nos hace ser auténticos.

En conclusión, la película es un auténtico disfrute para el espectador y que pide a gritos una secuela o ¿por qué no…? Su propio universo. Las reglas del juego han cambiado y Orígenes Secretos son los cimientos para que nos quitemos la careta de la parodia y empecemos a tratar de manera seria a nuestros propios superhéroes.