3’5 Butacas de 5
Gareth Edwards le está cogiendo el gusto a eso de retratar criaturas monstruosas. El director británico acumula con esta, tres películas donde se propone encuadrar monstruos gigantescos. Su manejo de la acción en estos casos es tan imponente como clara. Una mirada que entiende lo que necesita transmitir para que la amenaza atraviese la pantalla con todas las dimensiones de su monstruosidad. Jurassic World: El renacer es una nueva lectura sobre un cuento viejo. Lo mismo de siempre, pero con la coherencia y el sentido de la aventura que habían perdido sus predecesoras.
Cinco años después de los acontecimientos de Jurassic World Dominion, la experta en operaciones encubiertas Zora Bennett (Scarlett Johansson) es contratada para dirigir un equipo de expertos en una misión de alto secreto para asegurar el material genético de los tres dinosaurios más grandes del mundo. Cuando la operación de Zora se cruza con la de una familia de civiles cuya expedición en barco ha sufrido un percance, todos se encuentran varados en una isla donde se enfrentan cara a cara con un siniestro e impactante descubrimiento que ha permanecido oculto al mundo durante décadas.
“Los dinosaurios han dejado de ser atractivos”. Esta no es una frase propia, lo anuncia uno de los protagonistas de la película. Lejos queda ya aquella época donde ir al cine suponía descubrir nuevos mundos y donde, la hazaña que había supuesto traer de vuelta a los dinosaurios fue recibida con una gran sorpresa. Treinta y dos años después, algo tan increíble como que los dinosaurios sigan vivos ente nosotros ya no despierta ningún interés. La película lo intenta de todas las maneras, pero le resulta inevitable despegarse de imágenes ya vistas en cualquiera de las anteriores entregas.
Sin embargo, teniendo el factor sorpresa perdido, de lo que Gareth Edwards saca partido es de una puesta en escena perfecta, con una textura fotoquímica que le sienta de fábula y unas secuencias de acción bien compuestas. La película sigue el patrón clásico de las cintas de acción y abraza la aventura, algo que se había perdido en las anteriores. Por momentos, recuerda a la fabulosa Kong: la isla calavera, pues apenas son perceptibles las diferencias entre ambas.
El grupo de personajes que componen esta aventura son lo suficientemente interesantes como para hacer más liviano el trayecto y la sorpresiva aparición de una familia descarriada aporta el dinamismo que necesita. Jurassic World: El renacer no inventa nada nuevo ni se molesta en hacerlo. La película centra sus esfuerzos en narrar una aventura entretenida acompañando a unos personajes arquetípicos y demasiado guapos. Una cinta que pincha en un tercer acto previsible y carente de épica.
Jurassic World: El renacer es un gran entretenimiento con un gran sentido de la acción. Una película coherente que aporta una mirada novedosa a la postal de un lugar mil veces visitado.
